«Vall digna per a un monestir de la vostra religió» & Paella d’Hivern

Hola citrus lovers! Os proponemos una gastroruta TOP en familia o con amigos; ponemos el rumbo al Monestir de Simat de La Valldigna con parada culinaria en la población de Barx, para degustar una de las mejores paellas a leña que recuerdo haber tomado en mi vida  la Paella d’Hivern del restaurante Puigmola. Restaurante ubicado en la mismísima ladera de la montaña!

Existen lugares mágicos muy cerca de ti, edificios donde habita el silencio y la calma, la paz y naturaleza. Son lugares en los que podrías pasar horas escuchando el correr del agua, contemplando cielos inmenso y valles dignos del apelativo” Vall Digna “. Lugares para contemplar, meditar y agradecer la belleza de paisajes frondosos y vergeles mediterráneos. Vale la pena, y resulta muy sanador agendar momentos para el disfrute con y en la naturaleza, es más, recientemente se ha conocido la noticia de que en Escocia los médicos recetan paseos, estancias activas o de reposo en la naturaleza, por su gran valor terapéutico. Otra receta, esta vez culinaria y  muy valenciana, es la paella, esta vez la paella d’hivern, una variedad de la paella Valenciana típica de las comarcas centrales de La Safor, La Ribera Baixa, La Costera y La Marina, cuyos ingredientes estrella son les faves y les carxofes y les pilotes o mandonguilles, de ahí su color más oscuro. Si existe una paella invernal también tiene que existir la d’estiu, donde las habas y las alcachofas se sustituyen por les albergínies berenjenas.

Os contamos ahora algunas notas culturales sobre este maravilloso Monasterio De Simat de la Valldigna, adquirido por la Generalitat Valenciana en  2003, y que se enmarca dentro de dos grandes rutas de gran valor ecológico e histórico.  La Ruta de los  Monasterios, itinerario turístico que une los monasterios de la Murta en Alzira, Aigües Vives en Carcaixent, Santa María de la Valldigna en Simat, Sant Jeroni de Cotalba en Alfauir y Corpus Christi en Llutxent por medio del Sendero GR-236, que retoma caminos medievales como el “ Pas del Pobre”.

Y en segundo lugar, La Ruta Dels Borgia, pues el mismísimo Roderic de Borgia, futuro Alejandro VI fue abad del monasterio de Santa María de La Valldigna. El Monasterio se convirtió en un enclave estratégico para la diseminación del conocimiento y un centro agropecuario de gran riqueza. De estilo gótico y barroco, el cenobio ha sufrido a lo largo de los siglos dos terremotos, saqueos  la guerra de las Germanías,  fue incluso convertido en hospital durante la Guerra de la Independencia. Tras la desamortización de Mendizábal en 1835 quedó en una situación de abandono, expolio, quedó  convertido en explotación agrícola. El Claustro del monasterio, tras ser adquirido por un particular, fue trasladado piedra a piedra a una mansión en Torrelodones ( Madrid).

Cuentan las crónicas que fue el rey Jaume II el Just, quién tras conquistar Alicante y Murcia, mientras atravesaba  el Vall D’Alfàndec exclamó asombrado por la frondosidad y belleza del entorno «Vall digna per a un monestir de la vostra religió» y el abad del Monasterio de les Santes Creus contestóVall Digna”. En 1298  el monarca aragonés concedió las tierras del la actual  al abad de Santes Creus para la construcción de un nuevo monasterio cisterciense en las tierras y alquerías alrededor  del Valle D’Alfandec con la finalidad de repoblar con nuevos cristianos estas tierras que eran habitadas por mudéjares. El abad del Real Monasterio de Santa Maria de la Valldigna, se convirtió  en el nuevo Señor feudal del Valle, Castillo de “ Marinyén”, caseríos, poblaciones como Simat, Tavernes, Benifairó, Ràfol … e incluso se le fue otorgado la jurisdicción de las aguas del mar cinco millas más adentro desde el litoral, de ahí que en el escudo del Monasterio aparezca una torre sobre las olas del mar. En tierra sus dominios  se extendieron hasta alquerías situadas en el término de Alzira, Carcaixent y Corbera. 

La importancia de su patrimonio se ve reflejada en el hecho de que el abad era miembro de pleno derecho de las Cortes Valencianas. Podemos destacar los siguientes elementos arquitectónicos; el palacio del Abad, la Iglesia de Santa María, ejemplo del Gótico Valenciano y la fuente de los Tritones, fuente que estuvo ubicada en Viveros en 1930 y trasladada posteriormente al Monasterio de La Valldigna en 2006.

Muy cerca de Simat y del monasterio se encuentra también la mezquita de la Xara, de las pocas que se conservan en pie en la Comunitat Valenciana.

La Ermita de Santa Ana tal y como se le conoce hoy, restaurada recientemente respetando fielmente el estilo morisco de este templo, y de las pocas que se conservan en la Comunitat Valenciana. En 1525 los moriscos fueron obligados a bautizarse y muchos huyeron, y estas tierras fueron repobladas por cristianos viejos.

Os invitamos a descubrir estas joyas arquitectónicas, situadas en el corazón de la terreta, entre fértiles valles prelitorales y las imponentes montañas costeras del Mondúver y Les Agulles de la Serra de Corbera, desde donde se puede has divisar les pitiüses. Un paisaje lleno de esplendorosos palmitos, murta, laureles, pinos, fuentes que dotan a la zona de gran valor botánico. Podremos contemplar con asombro la confluencia entre las últimas estribaciones del sistema ibérico y las primeras montañas del sistema bético. Viajemos en el tiempo, pisemos este señorío feudal, poblado por cristianos y  moriscos que hablaban en lenguas diferentes,  imaginemos cómo era vivir en este vergel, húmedo, abierto al mar y disfrutemos de esta joya de la historia y de la arquitectura valenciana. La guinda de la excursión la pone les pilotetes de la mítica paella d’Hivern!! Y de postre unas buenas clemenvillas, o una navelinas, faltaría más!!

 Hay paraísos muy cerca de ti, disfruta de la terreta!

Toma naturaleza!! Toma naranjas y Clementinas martirinas!


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